Hay muebles que, definitivamente, son indispensables para el hogar, y que no necesariamente persiguen las últimas tendencias decorativas, porque siempre estarán vigentes. Un vivo ejemplo son los aparadores, muebles imperecederos que, definen el estilo de cualquier ambiente.
Los aparadores clásicos son de madera oscura y maciza, de formas robustas, caracterizándose por sus cuarterones, molduras y sus columnas de balaustre. Sin embargo, actualmente también se construyen con maderas, tales como pino, algarrobo, u otros materiales más ligeros y modernos, transformándolos así en muebles rústicos, únicos e inigualables.
Los aparadores tienen una importante capacidad, superando con creces el espacio que ocupan. Una de las principales funciones que cumplen, es de vajillero, ya que permiten guardar los cubiertos más finos y la cristalería, sin poner en riesgo el valor sentimental o monetario de cada una de las piezas.
El aparador puede ocupar el lugar más importante en el comedor o living. Además, al usarse de vajillero, es muy conveniente ubicarlo estratégicamente, en la zona de transición entre el salón y el comedor.
Cabe destacar que muchos de los aparadores se apegan al clásico estilo inglés, plasmando en cada ambiente su imponente presencia, no obstante, el carácter sobrio de sus líneas, le permite combinar fácilmente con diferentes estilos. Pueden acentuar aun más el clasisimo de otros muebles o darle sobriedad a aquellos que no son convencionales, a los más atrevidos.
Existe otra variedad de aparadores, de dimensiones más pequeñas, más estéticos y decorativos. Éstos se emplean como muebles expositores, puesto que sobre ellos pueden colocarse detalles, elementos decorativos, como portaretratos (trabajados en bronce, plata, peltrina, cerámica o porcelana), acompañar candelabros de distintos materiales, relojes de mesa y lámparas. Estos aparadores son ideales para usar en ambientes pequeños, porque pese a su reducido tamaño, son muy vistosos y le dan nuestro sello personal al lugar.
Es interesante destacar que los ingleses utilizaban otro mueble de comedor, al que llamaban court board o mueble copero bajo, siendo conocido en España y América como "mueble mayordomo".
Son aparadores livianos, totalmente abiertos, algunos acompañados con un par de cajoncitos, y varios estantes. Hoy en día permiten colocar un juego de té o café para servir la mesa, pero no quita que se le puedan asignar otros usos, como mueble bar, o mesas auxiliares al lado del sofá. Considerando que algunos modelos vienen equipados con rueditas y bandejas extraíbles, se aprovechan para trasladar el servicio a la mesa con mayor facilidad y gracia.
Si bien hoy los aparadores son sencillos y austeros, conservan el atractivo, la majestuosidad y elegancia para ser protagonistas del salón comedor, como hace cinco siglos atrás.
Los aparadores clásicos son de madera oscura y maciza, de formas robustas, caracterizándose por sus cuarterones, molduras y sus columnas de balaustre. Sin embargo, actualmente también se construyen con maderas, tales como pino, algarrobo, u otros materiales más ligeros y modernos, transformándolos así en muebles rústicos, únicos e inigualables.
Algunos aparadores modernos tienen puertas de vidrio para poder apreciar la vajilla que almacenan |
El aparador puede ocupar el lugar más importante en el comedor o living. Además, al usarse de vajillero, es muy conveniente ubicarlo estratégicamente, en la zona de transición entre el salón y el comedor.
Cabe destacar que muchos de los aparadores se apegan al clásico estilo inglés, plasmando en cada ambiente su imponente presencia, no obstante, el carácter sobrio de sus líneas, le permite combinar fácilmente con diferentes estilos. Pueden acentuar aun más el clasisimo de otros muebles o darle sobriedad a aquellos que no son convencionales, a los más atrevidos.
Los aparadores sirven para vestir el hogar y resaltar la decoración de las salas |
Los muebles expositores son meramente decorativos e incluso pueden ser temáticos |
Son aparadores livianos, totalmente abiertos, algunos acompañados con un par de cajoncitos, y varios estantes. Hoy en día permiten colocar un juego de té o café para servir la mesa, pero no quita que se le puedan asignar otros usos, como mueble bar, o mesas auxiliares al lado del sofá. Considerando que algunos modelos vienen equipados con rueditas y bandejas extraíbles, se aprovechan para trasladar el servicio a la mesa con mayor facilidad y gracia.
Si bien hoy los aparadores son sencillos y austeros, conservan el atractivo, la majestuosidad y elegancia para ser protagonistas del salón comedor, como hace cinco siglos atrás.