Las
tendencias de decoración, y los costos en comparación con otros materiales, han hecho que los muebles de mimbre sean el foco de atención en una gran cantidad de jardines hoy en día.
La elección de los muebles de mimbre quizás se debe en gran parte a su liviandad, ya que los hacen más versátiles para trasladar e ir renovando así los ambientes. Además, el mimbre es idóneo para aquellas regiones donde el calor es agobiante.
Básicamente estos muebles se caracterizan por su resistencia, pero es imprescindible darles un buen mantenimiento si queremos prolongar su vida útil y hacer que su adquisición valga la pena… Al estar fabricados de fibras naturales, son propensos a pudrirse o romperse, más fácilmente que los de madera, sobre todo si nos referimos a los
muebles de algarrobo.
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Los muebles de mimbre requieren cuidados especiales principalmente en zonas húmedas |
Es sumamente importante ser conscientes sobre
los cuidados que deben recibir los muebles de mimbre, en función a la ubicación que les designemos para que siempre estén relucientes y luzcan hermosos. Por ejemplo,
para evitar la resequedad en los muebles y su posterior resquebrajamiento, tendremos que colocarlos en lugares que estén muy ventilados y por supuesto que estén a salvo de los rayos solares directos.
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Los juego de living de mimbre aportan un estilo de distinción y elegancia a los ambientes |
Otro punto que no podemos descuidar, es el rol que cumple la humedad y lo perjudicial que puede resultar para este material tan delicado, ya que su efecto puede estropear completamente tus muebles de mimbre y en un plazo muy corto de tiempo.
A toda costa hay que
combatir el moho, pues esto se encarga de mancharlos y sobre todo debilitarlos, haciéndolos más vulnerables a quiebres o rupturas.
Si se llegasen a mojar con la lluvia, no hay que cometer el error de colocarlos amontonados o apilados en la sombra, porque de esta forma el moho se expandirá con mayor velocidad. Lo ideal sería secarlos haciendo uso de un paño de algodón, posteriormente ubicarlos bajo el Sol, hasta que queden absolutamente secos y finalmente colocarlos de nuevo a la sombra.
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El mimbre resiste altas temperaturas, pero hay que tener ciertos cuidados especiales para conservarlos en jardines |
No hay mejor aliado para quitar el polvo de los muebles de mimbre que la aspiradora. En ciertos casos podemos darnos cuenta que quedan restos de polvo muy rebeldes y difíciles de erradicar… ¡pero no desesperes! Para eliminarlos, se puede utilizar una brocha, con un cepillo que tenga las cerdas cortas y blandas. Si a pesar de esto las partículas se siguen resistiendo, entonces tendremos que frotar los muebles con un cepillo blanco y lleno de agua jabonosa, luego aclararlos con ayuda de un paño con agua limpia y a continuación pasarles un paño seco. Es fundamental que después de todo este procedimiento, se los ventile. Sin embargo, antes de que se te vaya a ocurrir la idea de exponer tu mueble nuevo hecho de mimbre al aire libre, debes de darle un poco de protección haciendo uso de
cera natural, aunque también puedes utilizar la que tiene color, especialmente en los casos que el mimbre también esté al natural. Si son
muebles de mimbre barnizados, se puede aplicar otra capa de barniz del tipo incoloro, en lugar de la cera.
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Hay que mantener los muebles secos y en sitios donde prevalezca la ventilación |
No hay que descartar la idea de
decorar jardines o terrazas con muebles de mimbre,
solamente hay que saber cuáles son los cuidados que debes suministrarles para que no se echen a perder y para que embellezcan el espacio que desees… ¡No tengas miedo de innovar!